jueves, 10 de enero de 2008

onceceronuevecerouno













Abrir la mano y de pronto dejar caer un puñado de piedras de pura sal que no convida más que sed al viajante y ceguera en la parada brutal.
Será que el amor es un salto al vacío. Caer enamorado es desdudarse, desnudarse y dejar ver la piel debajo de tanta escama enmohecida por el tiempo. Si, el tiempo, te enseña y te seca, te sala y hasta te hace empeñar el corazón por un par de minutos de amor. Por una sensación única como es una caricia a tiempo. ¿Cómo no censurar esa caricia cuando el miedo se hace presente en cada esquina, cuando ya se conocen los después, cuando el futuro se convierte en un pájaro sin bandada?

Así termina la vida y comienza el sobrevivir.

No hay comentarios: