Casi desorientada desde ese ángulo. Desde la cima, donde todo lo ve, observa expectante el minuto siguiente. Se inquieta ante la posibilidad de poder imaginarlo antes de que suceda. Pero no.
Es mera observación
El tiempo se va construyendo con los minutos que pasan y dejan huellas en su piel. El tiempo incierto, el del futuro, de la distancia y la pregunta enorme. No llega... Se demora.
De los hombres que no habitan ni en su imaginación
Del amor que partió y no reclama lo perdido.
Aturdida y expectante.
Enorme, inflada, gigante
Minúscula como una hormiga colorada
Cansada, casi sin luz
Yace mi sombra sobre este lío de teclas sonoras.
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